Día No. 20 - Alvaro II & I.

Lo prometido es deuda. He aquí la segunda y primera parte! Gracias Alvaro Miau III. (Ese será tu nuevo nombre! jaja)

Enyesado, hormigón y estuco

Los materiales blandos, retorciéndose,
Las escaleras abiertas, sin ángulos,
La cúpula brillante, con aros
Dorados, en cuarzo, pendientes.

Los pétalos de las flores decorando
Los jardines, previos del portón;
El viento golpeando
Las columnas capiteladas con tu amor.

Admiración, del yeso salen tus manos.
Emoción, piedras encima de piedras.
Amor, visitas amantes del espacio;
Así, la gente trae a ver la iglesia
Sus almas, desde Pompeya
Hasta tu construido edificio.

Y lo ven. Lo tocan. Lo observan.
Como yo observe a la arquitecta,
Desde kilómetros salvados
Por sus palabras, sus piedras.

Así, pensando en ella,
Duermo y me inspiro
Con poder tocar su iglesia.

Epístola declarativa:

Querida arquitecta,

Jugadora embrabecida, con cartas y sin ellas,
Destellos de luz, tu as de picas, encima
Abierto hacia mis manos en la mesa.
El juego, desnudo, publico y privado.

Tus manos una cartan ocultan,
Tus dedos vibran, se mueven y esperan,
Los lápices, escuadras y compases
Dibujan los perfiles de la iglesia.

Ese recinto, encrucijada de creencias,
Restos históricos del juego de fe,
Tumbas que vuelven, naturaleza
Muerta y viva, los animales, también hombres.

Tu corazón palpita al abrirla,
La inauguración sin puertas;
Limpias salas, largas galerías,
Bóvedas infinitas abiertas.

El león y Ponce jugaron sus bazas,
La gente alaba tu esbelta
Figura vertical, hasta el campanario;
Aristas, mi Arianne, limpias y esféricas.

En su majestuosidad despierta
La paloma presumida de tu belleza.
En tus recuerdos estará, oh Diana,
La primera roca, el primer pilar al viento.

FIN