viernes, 12 de noviembre de 2010

Un tango para Sophie

¿Qué será de tu vida, Sophie?
¿Qué será del recuerdo, del llanto, del verso,
del sueño futuro, de amarlo sin fin?

Dime:  ¿qué haces Sophie?
¿Qué haces y deshaces,
que manchas y arruinas?
Te rompes la vida por fingir ser feliz.

Dime:   ¿quién eres Sophie?
A quien amas no quiere,
Y tú lo persigues, porque es vida el rechazo!
De un hombre sin rostro, sin sangre, ni brazos,
Que abriga en tu pecho , callado de afecto,
Hoy quieres morir.
Di. ¿Qué será de tu vida, Sophie?

La versión Neruda del texto.

 **Perdí la foto de Sophie.. la foto surrealista es temporal.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Necesito ser.

Necesito ser. Necesito huir. Y al necesitarlo, te necesito. Lo recuerdo. Aun recuerdo el momento preciso de aquel encuentro sin causa ni efectos. Un día alegre donde los viejos jugaban a ser niños y los niños soñaban con ser viejos. Un túnel angosto e infinito marcaba el punto A y el punto B de nuestra ubicación. Yo era joven, y tú conmigo antes de verte y antes de ser, siempre conmigo. Un alma que oscilaba mediante un par de ojos, un ente que pensaba sin pensarlo, unas manos capaces de realizar lo irrealizable y después Tú. Un tú erudito en caídas y experto en acciones. El inmortal mas humano que una mirada miope alguna vez soñó conquistar. Quizás sea muy tarde, o tal vez siempre fue tarde. La vida es fuerte, pero nunca vence a la muerte. La muerte es habil, mas nunca logra olvidar a la vida. La vida seduce a la muerte, mientras que la muerte danza con ella. Una melodía agradable alimenta un pasado hambriento de afecto. Una sonrisa nerviosa anhela ser escuchada y un suspiro mudo pretende cambiar al mundo sin saber que el mundo es más sabio que él. Existe un algo que asegura sentirlo, existen testigos que afirman verle a su lado, existen presagios vividos y existen señales ocultas que solo las almas puras pueden descifrar. Hoy siento un frío que me invade los huesos y un poco más. Hoy siento y porque siento aun no es momento de huir. Primero debo ser; necesito ser.

Mi educación tortura


El blanco de las páginas sin ojos me adormece. El fin que no prospera de un proyecto sin principios ni educación previa me tortura mientras que la marcha se entorpece y los monstruos se comen a los enanitos de la creatividad. No estoy y no me encuentro en el punto fijo de ésta dimensión. No pretendo volver mas he de hacerlo. Escucho los pasos de aquel que me espera. Ha llegado y debo atenderlo. Adiós.